El 18 de mayo de 1895 nuestro Apóstol escribe a su hermano mexicano, Manuel Mercado: "Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi patria y por mi deber…". La carta quedará inconclusa por la llegada del general Bartolomé Masó al campamento con trescientos jinetes. Al día siguiente se produce la caída en combate de Martí.
El trágico dia 19 de mayo en el campamento mambi, Máximo Gómez, José Martí y Bartolomé Masó discuten los planes futuros y la quietud es quebrada por tiros de una columna española en los llanos de Dos Ríos.
"A los caballos, a vadear el Contramaestre y ganar el terreno donde la batalla no sea desigual" es la orden mambisa. Aunque Gómez le pide al Apóstol quedarse detrás, al resguardo, este se lanza al combate y cae, cara al cielo, del lado de la vida.
No hay muerte para él, porque nadie como él, en este lado del mundo, en el siglo XIX, tuvo tal sentido de pertenencia latinoamericana y de pensamiento universal; por eso puede entrar vivo y vigente como ningún otro en el diálogo de las ideas en el mundo actual.
Fuente consultada: http://efemerides.cuba.cu/
Fuente consultada: http://efemerides.cuba.cu/
Cada cubano, alejado de las múltiples interpretaciones y usos que se le han dado al pensamiento y la vida de Martí, según la conveniencia de los gobiernos o los opositores, en todas las épocas presentes a las luchas independentistas, tendra como obligación, homenajear al maestro, rendirle tributo y continuar con sus ideas de una Cuba libre y democrática en manos del pueblo cubano. Este 19 de mayo cada cubano habrá de reflexionar sobre nuestra patria, y sobre el papel que cada cual tendrá que que jugar en un futuro próximo de reconstrucción nacional. Cada día se nos hace mas necesario llegar a un consenso sobre el futuro de nuestra patria y creo que partir del pensamiento y la obra de quien de la forma mas valiente y desinteresada dio su vida por nuestra isla, es la mejor forma de comenzar.
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