sábado, 18 de abril de 2009

Mercenarios por Compotas o espias por disidentes

Negociaciones políticas en un intento de sacar provecho al estilo de una mafia familiar, Raúl Castro propone públicamente el cambio de presos políticos por los cinco espias (o para el gobierno de Cuba héroes prisioneros del imperio).
Bien es sabido por todos que estos intentos ya desesperados (o ahora aprovechándose de las buenas o aparentemente buenas intenciones de Obama) se han realizado sin éxito desde el principio del encausamiento de los agentes cubanos en Estados Unidos. Anteriormente realizados por las vías diplomáticas, estos fueron rechazados por la antigua administración de washington. Ahora los ya expertos en temas de gobierno, los Castro, se aprovechan de un Obama con mucho carisma y al parecer buenas intenciones, pero con muy poca experiencia en el tema de la dirección de un país, e intentan presionar la liberación de los cinco condicionándola con la ya obligatoria liberación de los presos políticos cubanos.
El gobierno cubano tal y como me había pensado, ha comenzado a utilizar una nueva estratagema, condicionando la posibilidad de realizar cambios en la isla a acciones de difícil realización por el presidente Obama. Ya encontraron el justificante a la no apertura, ante una muestra de buenas intenciones desde el imperio del norte, Cuba impone exigencias para dar camino a una democracia.
Los cinco eran espías y es menester de la justicia y el gobierno de un país aplicar las leyes pertinentes ante un delitoy garantizar la seguridad nacional. Estos han pasado por todos los circuitos de cortes y realizados las apelaciones, son respetados en sus derechos y mantienen comunicación con sus familias y el gobierno cubano.
En Cuba si bien es cierto que muchos de los prisioneros políticos han sido juzgados y condenados, todos sabemos las grandes deficiencias y lo politizado del sistema jurídico cubano, quien haya vivido en cuba y tuvo algún percance o situación con la justicia, tanto civil como penal, podrá dar fe de lo anterior. La mayoría de estos se mantiene presumiendo de su inocencia demostrando que solo realizaban actos de libre expresión, no comentiendo actos delictivos. Su único delito ha sido decir la verdad de la situación cubana.
Una gran encrucijada para quien pretende un cambio en Cuba sin violencia, tendrá que debatirse entre liberar a culpables para que sean liberados inocentes. Entre cambiar agentes de un estado militarizado por civiles encarcelados al emitir su opinión. Y luego esperar los otros, los cambios que permitirían un sistema en el que no volviéramos a tener espías ni prisioneros políticos, el cambio de un sistema para la libertad de unos y otros cubanos. Ese ya es mas difícil y ya casi no creo en su realización.

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